¡Prepárate para una aventura en las alturas!
Pero espera, antes de despegar, hablemos de lo que supone un viaje largo en avión para un intrépido viajero como tú. Porque vamos a ser realistas, volar durante horas y horas no siempre es un paseo por las nubes.

En primer lugar, déjame decirte que un viaje largo en avión puede ser un desafío para tu resistencia y paciencia. Estar atrapado en un asiento estrecho durante un tiempo prolongado puede hacer que te sientas como un contorsionista en un circo. Es posible que tus piernas quieran estirarse y tus músculos te pidan un descanso, pero ahí estás, intentando encontrar la posición más cómoda posible en medio de una lucha contra el espacio limitado.
Además, hay que mencionar el impacto que tiene el vuelo en tu cuerpo. La presurización de la cabina, la falta de humedad y la exposición a diferentes zonas horarias pueden hacer estragos en tu organismo. La deshidratación es tu peor enemigo, así que asegúrate de hidratarte constantemente y evita las bebidas alcohólicas que solo empeorarán la situación.
Y, por supuesto, no podemos olvidar el famoso jet lag. Esa sensación extraña y desorientadora que te hace sentir como si estuvieras viviendo en un episodio de «El Día de la Marmota». Tu cuerpo se siente como si estuviera en un huso horario diferente al de tu mente, y eso puede afectar tu energía, tu estado de ánimo e incluso tu apetito. Pero no te preocupes, hay formas de combatirlo, como ajustarte rápidamente al horario local, tomar siestas estratégicas y exponerte a la luz natural.

Como afectará a tu cuerpo...
- Fatiga: Pasar largas horas sentado en un avión puede causar fatiga física y mental. El cuerpo puede sentirse cansado y adormecido debido a la falta de movimiento y la posición incómoda en el asiento.
- Deshidratación: El ambiente de la cabina del avión tiende a ser seco, lo que puede provocar
deshidratación. La baja humedad puede afectar la piel, los ojos y las vías respiratorias, causando sequedad y malestar. - Jet lag: Los viajes largos a través de diferentes zonas horarias pueden desajustar el ritmo circadiano del cuerpo, lo que resulta en el conocido jet lag. Los síntomas incluyen fatiga, dificultad para dormir, problemas digestivos y falta de concentración.
- Hinchazón y retención de líquidos: Pasar mucho tiempo sentado en un avión puede provocar hinchazón en las piernas y los pies. La falta de movimiento y la presión en las extremidades pueden dificultar la circulación sanguínea, lo que resulta en retención de líquidos.
- Problemas de digestión: El cambio en la presión del aire y la altitud durante el vuelo pueden afectar la digestión y causar molestias estomacales, como hinchazón, gases y estreñimiento.
- Estrés y ansiedad: Algunas personas pueden experimentar estrés y ansiedad durante los viajes largos en avión, especialmente si tienen miedo a volar o si el viaje implica conexiones o cambios de aeropuerto.
Es importante tener en cuenta estas posibles consecuencias y tomar medidas para minimizar su impacto. Mantenerse hidratado, moverse periódicamente durante el vuelo, usar ropa cómoda, realizar ejercicios de estiramiento, y descansar adecuadamente antes y después del viaje pueden ayudar a reducir los efectos negativos de un viaje largo en avión.

"TRUQUITOS" para sobrellevar el largo vuelo
- Elige un asiento cómodo:
Al reservar tu vuelo, elige cuidadosamente tu asiento. Opta por asientos con más espacio para las piernas, como los ubicados en las salidas de emergencia o en las filas delanteras de la cabina. También considera la ubicación de los baños y la proximidad a las alas del avión, ya que estos pueden afectar tu comodidad durante el vuelo. Un truco está en estudiar previamente el avión en el que vas a volar, para así elegir el asiento. En páginas como www.seatguru.com, donde eligss el tipo de avion y la compañia, y podrás ver que asientos son mejores y los peores. - Viste ropa cómoda:
Elige ropa suelta y cómoda para tu viaje en avión. Evita prendas ajustadas o que te restrinjan el movimiento. Además, lleva una chaqueta o suéter ligero, ya que las temperaturas en el avión pueden variar y es posible que desees abrigarte o quitarte capas según sea necesario. Puedes llevarte unos calcetines que te abriguen por si hiciera frio en el avión. Y también puede venir bien usar unos calcetines o medias de compresión , así mejorar la ciculación de tus piernas después de tantas horas sentado y sentirlas más descansadas. - Mantente hidratado:
La deshidratación es común durante los vuelos largos, ya que la humedad en la cabina del avión es baja. Bebe agua regularmente durante el vuelo y evita el consumo excesivo de cafeína y alcohol, ya que pueden deshidratarte aún más. Además, considera llevar contigo una botella de agua vacía que puedas llenar después de pasar el control de seguridad. - Estira tus piernas y mueve tu cuerpo:
Sentarse en un avión durante largos períodos puede provocar rigidez muscular y malestar. Levántate cada pocas horas y da un paseo por el pasillo del avión para estirar tus piernas. Además, realiza ejercicios simples en tu asiento, como flexionar los pies y los tobillos, estirar los brazos y el cuello, y hacer pequeños movimientos circulares con los hombros. - Lleva entretenimiento:
El entretenimiento a bordo es crucial para hacer que los viajes largos sean más llevaderos. Lleva contigo libros, revistas, música, películas o series descargadas en tu dispositivo electrónico, o juegos de mesa portátiles para mantener tu mente ocupada durante el vuelo. - Usa auriculares con cancelación de ruido:
Los auriculares con cancelación de ruido son una excelente inversión para los viajes largos en avión. Ayudan a bloquear el ruido ambiental y te permiten disfrutar de tu música o películas sin distracciones. También pueden ayudarte a relajarte y descansar durante el vuelo. Ten en cuenta que para poder conectar tus auriculares al entretenimiento que te ofrece el avión, necesitarás un transmisor de bluetooth para conectarlos. Así te olvidarás de molestos cables y podrás escuchar la películas desde tus ariculares. - Descansa adecuadamente:
Dormir durante los vuelos largos puede ser complicado, pero intenta ajustar tu horario para que coincida con el horario local de tu destino. Usa una almohada de viaje y tambien un antifaz para que no te moleste la luz. - Utiliza productos de confort:
Llevar contigo artículos que te brinden comodidad adicional puede marcar la diferencia en un viaje largo en avión. Considera llevar una almohada de viaje inflable o con forma de cuello para apoyar tu cabeza y cuello durante el vuelo. Además, una manta ligera o una bufanda grande pueden ayudarte a mantenerte abrigado y cómodo durante el viaje. - Escoge comidas y refrigerios adecuados:
Las comidas servidas en los vuelos pueden variar en calidad y cantidad. Si tienes alguna preferencia dietética especial o simplemente quieres asegurarte de tener opciones saludables, considera llevar contigo algunos refrigerios o comidas ligeras y nutritivas. Frutas frescas, barras de granola, frutos secos y bocadillos saludables pueden mantenerte satisfecho durante el vuelo. - Aprovecha los servicios a bordo:
Los aviones suelen ofrecer servicios adicionales que pueden hacer tu viaje más cómodo. Aprovecha las almohadas y mantas proporcionadas por la aerolínea, así como también los kits de higiene personal y los auriculares. Si necesitas algo específico, no dudes en solicitarlo al personal de cabina. - Mantén una buena higiene personal:
Es importante mantener una buena higiene durante los vuelos largos. Lleva contigo productos de cuidado personal, como cepillo de dientes, pasta dental, desodorante y toallitas refrescantes. Además, considera usar gotas para los ojos o un spray hidratante para evitar la sequedad ocular y nasal. Para más información sobre bolsas de aseo, pincha aquí - Prepárate mentalmente:
Los viajes largos en avión pueden resultar monótonos y desafiantes. Prepara tu mente para el viaje con anticipación. Lleva contigo libros interesantes, juegos de palabras o crucigramas para mantener tu mente activa. Además, practica técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para ayudarte a mantenerte calmado y relajado durante el vuelo. También puedes aprovechar para escribir tus expectativas o aventuras del viaje en tu «cuaderno de bitácora«

Importante!
A pesar de todos estos desafíos, recuerda que los viajes largos en avión también tienen su lado positivo. Estás en camino a descubrir nuevos destinos, vivir experiencias únicas y sumergirte en culturas fascinantes. Así que, mientras estés en ese asiento apretado, piensa en las maravillas que te esperan al otro lado y mantén la vista en el premio final.
Ten en cuenta que un viaje largo en avión puede ser agotador, desafiante y desorientador. Pero con un poco de preparación, paciencia y una buena dosis de entusiasmo, puedes superar cualquier obstáculo y llegar a tu destino con una sonrisa en el rostro.
¡El cielo es el límite, así que abróchate el cinturón y prepárate para una aventura inolvidable!